El Amor de una Amiga
Mi primera vez fue con ella….Sí! esa primera vez que cambie un cheque fruto de mi trabajo…esa sensación de ser productivo e importante. ¡Esa sensación la compartimos juntos!
Mi amiga, siempre influyente: nunca me dejaron entrar a un bar si no iba con ella, su respaldo para mi primer licencia de moto fue evidente, lo mismo pasó con la de carro. ¡Siempre incondicional, en todo!… en las hojas de vida, en la petición de un préstamo, en la entrada a la U, etc.
Cuando me casé tuve que contratar servicios profesionales para que pudieran razonar(la) con ella. A pesar de eso, no me dejó.
Siempre apoyó mis decisiones, las respaldó estoicamente sin importar cuán equivocado podría estar… y tiene escrita cada fecha cuando con ella ejercí mi derecho ciudadano en todas las elecciones.
Mi amiga, toda una vida gritándole al mundo quién soy… y recordándome a mí de dónde vengo. Es así como le pago toda una vida de fidelidad… al darme cuenta que mi amiga se me está poniendo vieja, que sus influencias cada vez son más escasas, que ya son pocos los que preguntan por ella, los medios de comunicación amenazan hasta con las remesas si sigo empeñado en andar con ella.
Es así como le pago… ¡cambiándola por una más joven, más práctica, más moderna! Sin embargo, todo tiene su precio: mi Desdicha Por Ingrato es, que ahora, ésta joven acompañante es tan ingrata, plástica e insensible que lo único que me recuerda cada vez que la saco es, que el que se puso viejo…..soy yo.
Autor: Camilo Rivas.