La imaginación y el ingenio son dos características plasmadas en las piezas de cerámica que elaboraron los mayas.
Los vestigios que esta civilización dejó están llenos de historia y arte, algunos tienen aspectos en común con el arte moderno, pero todos son la muestra del estilo y la cultura de aquella época.
La cerámica elaborada por manos mayas innegablemente es de alta calidad. Los arqueólogos del mundo han descubierto gran variedad de utilitarias y ornamentales, que van desde frascos para esencias, para medicamentos, incensarios, hasta urnas funerarias.
Las investigaciones han encontrado que los artistas mayas eran parte de la elite, eran ellos los que sabían escribir. Y en sus creaciones resaltaban motivos geométricos, en las paredes elaboraban delgadas y usaban diversos colores y las decoraban con una especie de acuarela. Cada obra siempre era firmada por su autor.
La cerámica se cocía a temperaturas de hasta 800 grados en hornos abiertos.
La más hermosa
La cerámica más bella, según arqueólogos, fue la llamada Codex, típica del Mirador y Nakbe, del Clásico Terminal, en Petén, Guatemala. Así mismo la encontrada en el departamento de Alta Verapaz, nombrada Chamá y aparentemente creada por nobles que huyeron del altar de sacrificios.
En la época clásica tardía (600-900 D.C), pueden colocarse los máximos logros artísticos de la antigüedad. Los objetos de cerámica guardan escenas pintadas con gran destreza, llenas de figuras de hombres, animales y seres sobrenaturales que comunican diversos mensajes cosmológicos, religiosos y políticos.
De esta época resalta la cerámica policroma que forma parte del conjunto de objetos que simbolizaban autoridad y poder. También piezas que superan a la cerámica de Grecia, por su refinamiento y técnica.
En algún momento los mayas utilizaron la cerámica como moneda social, incluso hacían trueque entre las casas monárquicas.
Colores y formas
Los colores de la cerámica eran preparados con ciertas cantidades de óxido de hierro como el rojo y negro y de esos colores sacaban otros.
Hubo un tipo de cerámica llamada Pabellón Moldeado, tallado en la zona de Petén, la hacían de pasta fina naranja y con motivos mayas y extranjeros. Algunos investigadores creen que allí empezó el colapso maya.
Los colores que más se utilizaban provenían del añil, de la planta tiquilete, caracol purpura y de la corteza del árbol de higo. El color negro que lo usaban para delinear, también lo extraían del carbón negro del hollín.
En las piezas mayas también se usaba un pigmento que llama azul maya, era un azul claro tirando a turquesa.