Por Rigoberto Roldán
Hace cientos de años el sur del pueblo de Taxisco, Santa Rosa, fue el escenario donde los conquistadores dieron paso a la batalla de los nativos del lugar en su paso hacia la conquista de Cuscatlán en 1,524.
Xan Ku´ku es un vocablo Xinca que viene de Xan, Tierra o Lugar, y Ku´ku, de Pululos, lo que al unir las palabras significa, “Tierra de Hombres que comen Pululos”. Con este nombre se reconocía antiguamente a Taxisco en Xinca. Los Pipiles decían Taxiscób que es igual a Árbol de Guarumo, y Pedro de Alvarado lo llamó Tlalixco que equivale a “llanura”.
Montículos, historia y tranquilidad
El sitio aunque ha cambiado, todavía trasmite la tranquilidad como si aún convivieran los primeros pobladores de Taxisco, es decir los Xincas y Pipiles.
En el terreno se encuentra la Plaza Central con 3 montículos al Centro de 2.5 metros de altura, y 8 plataformas rectangulares de 4 metros de largo por 1.50 de ancho.
Antes, el lugar estaba cubierto por enormes árboles de cedro, laurel, palo blanco, caulote, Güiligüiste, Cacao, Ujushte, Tigüilote, Cenícero y conacaste, que se sumaban a ese paisaje impresionante.
Actualmente, los Cenzontles, las chachas aunadas al canto de pericas y el azote de gavilanes y clarineros, pintan un escenario melodioso, no como en otra época, pero aún es posible verlos sobrevolar en este extinto poblado.
En este lugar habitaron conejos, tacuazines, cotuzas, cutetes, garrobos e iguanas que a la vez servían de alimentación a los ancestros. De vez en cuando aparecía algún coyote o lagarto como animales depredadores que azotaban a la fauna débil y hasta a los mismos nativos.
Fue hábitat de serpientes como Barba Amarilla, Zumbadora, Cascabel, Bejuquillo, coral y cantil de agua. Hoy el sitio ha cambiado, es utilizado para la siembra y cosecha de maíz, maicillo y posterior a la tapisca sirve para empastar ganado.
El ancestral Ku´ku, es hoy un sitio desolado, desértico. Para muchos será un simple potrero con abultamientos de piedra, pero en realidad pocos saben que se conserva una Plaza Central que es notoria y donde existen tres cerros principales al centro que emulan como fieles guardianes de aquel pasado y rodeados de ocho plazoletas rectangulares que seguramente servían para vivienda, miradores y que a la vez eran útiles para protegerse de enemigos y depredadores.
Todavía se logran visualizar decenas de montículos pequeños distribuidos a lo largo del terreno. Quizá dichos sitios servían para entierros fúnebres, para cuidar su riqueza, almacenar sus armas de cacería o cuidar su cosecha, como se sabe ocurría en esas épocas.
Sin rastro
Al buscar en documentos históricos e investigaciones arqueológicas y antropológicas realizadas por expertos con el fin de determinar su período, no se encuentran rastros. Este asentamiento no está declarado como Sitio Arqueológico o ceremonial, quizá todavía nadie se ha interesado en conocer más sobre el lugar.
Lo cierto es que con base a documentos y lo relatado por los “abuelos”, habitantes adultos mayores cercanos al lugar y los de la familia, se logra concluir que el sitio pertenece al período: Preclásico Tardío (2000 a de. C – 250 d. de C.) al Clásico Tardío (250-900 d. de C.) y podría formar parte, por su contemporaneidad y cercanía de una jerarquía.
A través del tiempo y sin necesidad de excavar los pobladores del área se han encontrado figurillas antiguas, vestigios y restos de material utilizado por los ancestros como piedras de moler y manos que eran utilizadas para la molienda de la época.
Posible teoría
En Xan Ku´ku las piedras permanecen colocadas de forma continua, una tras otra y la forma en que está marcada su división territorial, es similar a algunas ruinas de Santa Rosa de Tastil en Argentina e igual a una parte de Machu Pichu, en Perú, lo cual podría confirmar la teoría de expertos arqueólogos que señalan que estos ancestros llegaron del Sur del continente americano, desembarcaron en el pacífico guatemalteco y que al mezclarse con pipiles y otros grupos étnicos dieron origen a los Xincas.
