El arte de Rubén Barahona llega a Manhattan
Rubén Barahona es el nuevo tatuador invitado a formar parte del equipo de trabajo de la famosa estadounidense Megan Massacre.
En una entrevista el artista nos cuenta cómo se convirtó en uno de los mejores tatuadores guatemaltecos y sobre su próximo traslado a Manhattan, New York.
¿Cómo iniciaste en el mundo de los tatuajes?
-Desde pequeño. Siempre he dibujado, mi mamá es madre soltera. Ella atendía su propio negocio y para entretenerme me daba un papel y un lápiz. No habían recursos económicos para darme juguetes así que esa era la distracción.
A los dos años ya podía agarrar bien el lápiz y podía copiar dibujos simples. Mi mamá se dio cuenta y me motivaba a mejorar mi destreza.
A los 18 años decidí hacerme el primer tatuaje. Inspirado en mis ídolos de la música metal y con el sueño de convertirme en un músico profesional.
Después de tatuarme los brazos me cerré muchas oportunidades laborales, y con el paso de los años me di cuenta que la música no era en lo que me quería desenvolver. Además estaba lleno de tatuajes y sin dinero, entonces me di cuenta que mi única opción para subsistir era tatuar.
El dibujo y arte en otros medios eran mi pasión, pero descubrí que podía trasladar mis obras a un medio viviente como la piel. Fue así como me interesé de inmediato.
Me parece que tatuar es un medio sincero en el cual no existe margen de error. Los tatuajes son el reflejo de las destrezas técnicas y artísticas de uno mismo.
¿En qué lugar creciste como artista?
-Recibí clases de dibujo en el cerrito del Carmen, pero solo fui unas pocas semanas porque siempre se me dificultaba seguir el programa de estudios y el ritmo de los demás compañeros.
Creo que mi fortaleza es ser autodidacta, observo, analizo y creo. Y esta es una de mis ventajas, pues tengo mi propia forma de percibir la realidad y plasmarla en mis obras.
¿Cuál es el mayor reto de este trabajo en un país como Guatemala?
-Hay dos grandes dificultades para ejercer esta profesión en Guatemala. La primera es que no existe en nuestro país la tradición de mentor y aprendiz como en otras partes del mundo.
Usualmente los profesionales en Guatemala que viven del tatuaje en su mayoría han sido autodidactas, por eso el proceso de aprendizaje es lento y en el camino se cometen muchos errores.
El otro es romper el paradigma laboral y la forma en que las empresas Guatemaltecas ven el arte corporal en sus empleados que deben cumplir con lo que regula una entrevista laboral.
Los clientes al principio no quieren hacerse piezas visibles. Tienen miedo a no encontrar trabajo. Pero es algo que en los últimos años ha cambiado y tengo la esperanza que todo esto solo sea historia en unos años.
¿Cuál es el público que has tatuado?
Hasta la fecha he tatuado Ingenieros, Doctores, Abogados, Arquitectos, y hasta pastores Cristianos Evangélicos, etcétera.
¿Con que tatuadores reconocidos nacionales y/o extranjeros, has tenido la oportunidad de trabajar?
-Constantemente estoy viajando en convenciones internacionales de Norte a Sur América y sería imposible nombrar a todos los artistas con los que he podido compartir y aprender.
En julio estuve como artista invitado en el estudio de Megan Massacre en Manhattan, Nueva York, artista que admiro mucho y que ahora me dio la oportunidad de trabajar permanentemente en su estudio.
¿Cómo llegaste al estudio de Megan Massacre?
-Todo comenzó por el patrocinio de Painful Pleasures (empresa suplidora de suministros de tatuaje más importante de USA).
Fue por el apoyo de ellos que mi trabajo se ha visto en muchas partes del mundo. Me han llegado invitaciones de estudios. Invitaciones para participar en convenciones en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Luego de que Megan me tuvo como invitado y conoció mi trabajo, me hizo una oferta que no pude rechazar. Estoy muy feliz. Me preparo para esta nueva etapa de mi vida.
¿En qué tipo de tatuajes te has especializado?
Me gusta mucho el realismo en grises y a color, como mezclarlo con otros estilos. Me gusta hacer composiciones que fluyan con los grupos musculares y fisionomía de mis clientes.
¿Qué otros planes tienes? ¿Regresarás a tatuar a Guatemala?
-Por supuesto, mi estudio queda abierto. Yo viajaré a Guatemala frecuentemente para terminar los proyectos que tengo pendientes.
Por el momento tengo agenda llena y estoy manejando una lista de espera para cuando tenga fechas específicas.
Les invito a seguirme y estar pendientes de mi agenda de trabajo. Instagram: @rubenbarahona y en Facebook: Ruben Barahona
¿Qué más hace Rubén? ¿Algún otro talento?
-La vida de un tatuador es muy difícil, porque no hay tiempo libre. Si tú quieres tener éxito en esta profesión tiene que ser como una obsesión. Tienes que trabajar todos los días de tu vida.
Yo trato de darle el mayor tiempo posible a mi esposa y a mi hija. Esporádicamente toco guitarra, me gusta ir a conciertos y ver películas de horror, especialmente las clásicas.