MASACRES DE LA SELVA, IXCÁN GUATEMALA
DE RICARDO FALLA
Ixcán es un Municipio del Departamento de Quiché, colindante con México. Durante la Guerra Civil de Guatemala, la cual se disputó entre el Gobierno de este país y la guerrilla, Ixcán fue uno de los pueblos más afectados por la misma. El Sacerdote Jesuita Ricardo Falla escribe el libro denominado Masacre de la Selva, en el cual detalla la masacre sufrida en este pueblo por los militares. El autor divide su libro en varios capítulos, donde en cada uno relata diferentes historias vividas durante la guerrilla en este municipio, lugar que fue atacado vilmente por los militares por tener la idea que en él vivían muchos guerrilleros.
10 de junio al 7 de julio de 1975
El libro inicia contando como el 10 de junio al 7 de julio de 1975, el ejército llegó a este pueblo en aviones, descendiendo de los mismos por medio de paracaídas. Una vez en la tierra, los militares ven en busca de ciertas persona; personas que tenían en un listado. Al entrar a una casa, preguntan a un parcelista (Ixcán se dividía por parcelas) su nombre y al ser muy similar a uno que llevaban en la lista, lo llevaron y lo torturaron, indicándole que era guerrillero. Luego de golpearlo, los militares obligaron al parcelista a guiarlos hasta otro grupo que construía un puente colgante. Entre este grupo los militares encontraron a tres personas que aparecían en su lista a quienes torturaron y con tal de conseguir mayor información, amenazaron a mujeres y niños. Luego, el domingo 6 de julio de ese año, estaba todo el pueblo reunido en el mercado cuando los militares aparecen nuevamente y separan a las mujeres y niños de los hombres, a quienes empiezan a identificar, pero la persona que los identificaba no era un militar sino un “traidor”, es decir un parcelista de Xilbal, una parcela de Ixcán.
Persecución a la Iglesia
En el capitulo denominado Persecución a la Iglesia, el autor cuenta la historia de tres sacerdotes que fueron atacados por los militares. El primero fue el Padre Guillermo quien el 20 de noviembre de 1976 se dirigía a Ixcán para celebrar la misa. Con el pasar del tiempo, el padre, quien iba acompañado de cuatro estadounidenses, no apareció, hasta que, días después se enteraron en el pueblo que su avioneta había sido derrumbada y, todo el pueblo de Ixcán culpó a los militares. Luego, el autor menciona que al Padre Carlos Stetter, fue expulsado por los militares ya que:
“(…) era una estorbo para los militares en el Ixcán, por ser testigo de lo que hacían, por ser radioaficionado que diariamente se comunicaba al mundo en alemán, por tener avioneta y por ser la presencia de la Iglesia que competía con el ejército para beneficiar a la población (…)
El ejército trató de ponerle trampas para que el sacerdote cayera, por ejemplo le decían que eran guerrilleros y que necesitaban que los ayudara a transportar armas, a lo que el padre no accedió, por lo que al no caer en las trampas tuvieron que expulsar al padre de forma violenta, dejando a Ixcán sin sacerdote.
Secuestros y Torturas
Secuestros y Torturas es el nombre del tercero capítulo. Tal y como lo describe el nombre, el autor describe que existieron mas de cincuenta casos de secuestros y torturas pero este solo tiene conocimiento y documentación de veintidós, los cuales enumera y luego explica como suceden seis de ellos. Desarrolla en este capítulo el sistema de tortura de los militare que tenía como fin obtener información sobre los guerrilleros, tal y como lo explica el autor indicando que:
“La tortura, como vemos, era un combate entre el ejército y el testigo y el por qué del combate era la información. El ejército intentaba extraerla por la fuerza al secuestrado y este pretendía dominarla.”
En esta lucha de intercambio de información, tanto los torturadores como los torturados tenían su estrategia y cada uno sabía que hacer.
Masacres Selectiva
Como cuarto capítulo, el autor habla sobre Masacres Selectiva. Una de estas masacres se dio cuando, según el autor y testigos, el ejército quemó con gasolina la tienda y el almacén de la cooperativa y pusieron una bomba en el hospital del pueblo, indicando que:
“La acción fue una operación sicológica para culpar a la guerrilla. Sin embargo, los seis testimonios que guardamos, algunos de los testigos oculares, sin dudar atribuyen la acción al ejército y dicen que esa fue la interpretación popular (“se dio cuenta el pueblo que fue el ejército”) de modo que al ejército le resultó contraproducente, porque apareció como destructor de las obras que le servían a la población”
El autor detalla día a día como van sucediendo los sucesos en este pueblo, finalizando el día miércoles indicando que:
“el miércoles se debió terminar casi toda la gente, a excepción tal vez de las mujeres “chavas” que cocinaban. Otro explorador cuenta que ese día vio a soldados en el mercado pero “ya no vimos gente”, es decir, civiles. Dice que “desde lejos se ve gente muerta y ya no se oían gritos, sólo los gritos de los soldados que ríen”
Tal y como describe este pasaje del libro, los militares arrasaron con muchas partes del municipio de Ixcán y mataron a una gran cantidad de personas. El autor, durante los capítulos anteriores, no solo entrega en detalle los sucedido en los pueblos, con días y años, sino que describe las personas que fueron asesinadas o desaparecidas y la edad que tenían al momento de que sucediera este hecho.
Vivos y Muertos
Ahora bien, el capitulo octavo, denominado Vivos y Muertos, narra lo que sucedió con los sobrevivientes de las masacres. La mayoría de los sobrevivientes fueron aquellas personas que no pudieron, por alguna razón, ir el domingo al mercado (el domingo en el mercado fue el día en el que iniciaron las masacres que terminaron el día miércoles). Existían todo tipo de sobrevivientes, viudos, padres que habían perdido hijos, hermanos, tíos pero los mas afectados eran los huérfanos, niños que sus padres habían ido al mercando y jamás habían regresado.
Interrupción de las Masacres,
En el capítulo noveno, denominado Interrupción de las Masacres, entra un nuevo elemento en el contexto guatemalteco. Es decir, el 7 de marzo de 1982, se celebran elecciones en Guatemala, en el cual queda, de forma fraudulentas, Romero Lucas. Ahora bien, Romeo Lucas es derrocado por medio de golpe de estado y queda en su lugar el General Efraín Ríos Montt. Quedando el General Ríos Montt como presidente, se augura un paz, ya que los soldados indican que:
“(…) no matamos gente, dijeron, porque es aparte el ejército del presidente Lucas. Pero a Lucas ya lo sacamos. Este es el ejército de Ríos Montt. Ya no matamos gente.”
Masacre en Cadena
Ahora bien, esta paz no duró mucho tiempo ya que, según narra el autor en el capítulo décimo, denominado Masacre en Cadena, el ejercito volvió a invadir Xalbal. Es importante mencionar que en este capítulo el autor comenta que la guerrilla no aparece y protege al pueblo de ser masacrados por el ejercito ya que no tiene la armas ni la fuerza suficiente para proteger al mismo. Del mismo modo, a pesar que, como se comentó anteriormente, el ejercito indicaba que no iba a matar, el 31 de marzo de 1982, el ejercitó inició con una masacre, únicamente que esta vez, a parte de matar gente, el ejército quemaba familias.
Continú narrando las barbaridades que realizó los militares en Ixcán. El autor sigue narrando diferentes torturas y asesinatos que suceden en Ixcán, tal como la masacre sucedida el 18 de mayo, en la cual, el autor comenta que:
“Los saldados habían amarrado a los hombres, las manos atrás, de un solo lazo atirantado, pero este se quemó y los cuerpos se desplomaron al suelo de la casa. Ya adentro están los cadáveres de las mujeres y los chiquitos. Había tres mujeres que estaban encinta. Se ve así los chiquitos, sus cadáveres están adentro de sus estómagos(…)”
Tal y como indica este párrafo, las atrocidades cometidas por los militares al pueblo guatemalteco fueron incontables y causaron un gran dolor en una de las etapas más oscuras de la historia guatemalteca. Este libro logra, contar lo que sucedió en esta época en Guatemala de forma muy ilustrativa y detallada lo sucedido en esta época. Masacres en la Selva es un libro, que desde el punto de vista histórico, ayuda a entender mucho lo sucedido en Guatemala y narra, así mismo, la historia de una de las personalidades mas controversiales de la historia de nuestro país, la del General Efraín Ríos Montt.
Fuentes:
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