Una vista a la salud mental de los guatemaltecos
La crianza con amor y ternura es la única opción.
Por Sandra Martínez
La angustia de no tener trabajo, la llegada de las fiestas de fin de año y el inicio de clases de los estudiantes, pueden causar un desequilibrio en la salud mental de las personas al no contar con el dinero que permita la compra de estrenos, juguetes, comida, útiles escolares y pago de inscripciones.
“La salud mental es un concepto que abarca la calidad de vida de una persona, las necesidades insatisfechas, la posibilidad de hablar y la capacidad de expresar lo que siente”, explica la psicóloga Carola Estrada.
Cómo una persona puede tener salud mental, si lleva dos meses sin trabajo y se mantiene pensando cómo conseguir dinero para comer y pagar deudas.
“Como dijo el poeta Humberto Ak’abal: “Es un pueblo tan pobre que todo le queda lejos” es decir que le queda lejos la salud porque es muy difícil mantenerla. Vivimos en un mundo donde difícilmente se pueden tener satisfechas todas las necesidades. Un mundo de desesperanza producto de la postmodernidad”, asegura Estrada.
La salud mental empieza en el hogar desde que los hijos están pequeños, pues lo ideal es que sean tratados con cariño, amor y ternura. Sin embargo, esto no siempre sucede porque en Guatemala los patrones de crianza están basados en el autoritarismo.
“En Guatemala son muchas las circunstancias que impiden que una persona pueda tener salud mental como la cultura machista, el autoritarismo, la pobreza, la traición, la mentira, la delincuencia, la corrupción y la violencia en general, así como la propia estructura del Estado donde constantemente se violentan nuestros derechos como el acceso a la salud, la educación, la recreación y el bienestar en general”, indica la experta.
Ante las circunstancias que a diario se viven en Guatemala, lo recomendable es cultivar la crianza con cariño. Desde el amor y desde la ternura para que todos puedan tener una vida digna, concluye la especialista.