La actriz Brenda González celebra 34 años de trayectoria
La Valeria es una creación de “Chalío Titipuches”.
Por Sandra Martínez
La actriz guatemalteca Brenda Lizbet González Cuevas tiene una trayectoria artística de 34 años. Su carrera inició en 1984 como titiritera, poco tiempo después el destacado artista y periodista César García Cáceres mejor conocido como “Chalío Titipuches” le dio vida a su personaje “La Valeria”, el cual se popularizó tras su aparición en el programa Campiña que se transmitía todos los sábados por Canal 11.
Brenda es una profesional reservada, observadora, seria y un poco retraída y decidida. Esto lo demostró al aceptar interpretar el personaje de La Valeria, cuya imagen ha sido aceptada por los guatemaltecos. Por ser una mujer alegre y aventada, con sus chistes en doble sentido que a cualquiera hacen reír y por tener una mezcla de todo aquello que muchos quisieran ser pero no se atreven.
La actriz es licenciada en arte, egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ha participado en varias obras de teatro como “La Historia de un Pepe” presentada en todos los departamentos del país, en diferentes establecimientos educativos.
Desde hace 15 años La Valeria forma parte del grupo de animadores del programa Nuestro Mundo por La Mañana, que se presenta de lunes a viernes de 08:30 a 11:00 horas por Canal 3. En la actualidad ha impartido talleres de motivación orientados a jóvenes y adultos, así como charlas sobre la violencia contra la mujer.
Su carrera fue reconocida con dos Opus, premio que se le entregaba a quienes se dedicaban al arte, ambos galardones los recibió durante un acto público realizado en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.
“Este premio era un valioso estímulo para el artista nacional, lamentablemente desapareció”, dice la actriz.
¿Cómo nació la actriz que hay en ti?
-En aquel tiempo yo estudiaba magisterio, pero en una ocasión vino a Guatemala un maestro ecuatoriano, Leonardo Acosta, quien impartió un curso de títeres, me inscribí pensando que me iba a encontrar con algunos maestros, pero mi sorpresa fue que solo encontré artistas. Fue una maravillosa experiencia, pues el maestro era excelente educador, didacta, era un gran artista de quien aprendí mucho.
El estar rodeada de gente que se dedicaba al arte, me permitió integrarme a un grupo de teatro para niños, aquí me inicié como titiritera. Este fue el gancho para que yo me integrara en su grupo de teatro en una puesta en escena que se llamaba “Invasión a Odilon” que era una crítica sobre los medios de comunicación en la niñez específicamente y se transmitía en la televisión.
Un tiempo después el dramaturgo guatemalteco Hugo Carrillo que estaba corriendo la Historia de un Pepe, me sugirió que fuera a audicionar para una obra de teatro, él sabía que yo era titiritera.
Entre figuras
La idea me entusiasmó porque cuando hice el casting también se lo hicieron a los actores Mercedes Arrivillaga, Julio Godoy y Pablo Antonio Del Cid. Yo me preguntaba “que estoy haciendo aquí”, pues obviamente ellos eran figuras del teatro guatemalteco.
En el casting me pidieron que hiciera una lectura y el dramaturgo Hugo Carrillo me dijo “niña usted se queda”. A partir de ese momento me uní a ese elenco conformado por los grandes del teatro guatemalteco en una temporada escolar que duró varios años. En ese entonces La Historia de un Pepe se puso en teatros para estudiantes y fuimos al interior de la república con un recorrido maravilloso .
Estar en el teatro fue mi mejor escuela y de allí fui saltando de obra en obra y de medio en medio. Hasta que me propusieron actuar en televisión, me refirieron con César García Cáceres más conocido por su personaje “Chalío Titipuches” que en paz descanse, él fue el creador de mi personaje (La Valeria) el cual desde ese momento me quedé interpretando desde hace muchos años.
¿Qué tan difícil fue hacer el papel de La Valeria?
-Al principio Chalío me dijo: “tienes que hacer un personaje cómico muy guatemalteco”, y yo me sorprendí y me pregunté cómo lo iba hacer si yo venía de hacer un teatro serio. Para mi pensar en actuar en televisión era algo muy complicado porque en el teatro el espectador está sentado viendo lo que pasa, pero en la televisión es en vivo y en directo.
¿Qué opinas de La Valeria?
-El diseño del personaje fue muy acertado porque Chalío concibió a una Vale muy neutral. Él me dijo no le voy a poner nada típico porque “La Vale” representa a toda Guatemala y yo creo que esa visión que tuvo fue idónea. Porque La Vale no se sitúa en el Occidente o en el Oriente del país. Es como tantos guatemaltecos que se vienen del interior a la capital a decir yo voy a salir adelante, voy a trabajar honradamente y voy avanzar.
¿Actualmente a que te dedicas?
-Sigo trabajando en la televisión en el programa Nuestro Mundo por la Mañana, esa es la ventana abierta para exponer a La Vale. Además me encanta tener interacción con los jóvenes, por esta razón imparto cursos de motivación, crecimiento espiritual, talleres de teatro, de voz, de dicción, de expresión escénica y de energía. Me gusta escribir por eso sigo en la preparación de la novela que quiero terminar este año.
¿Quién fue tu guía?
-En el Teatro fue Hugo Carrillo, bajo su dirección y guía imitarlo como director y como escritor requirió de un doble esfuerzo a nivel artístico y teatral. En la televisión fue Chalío. Él era un ejemplo vivo de lo que era hacer televisión de buena manera con mensaje, profesionalismo y dignidad.
¿Cuáles han sido los momentos más difíciles para La Vale?
-Uno de los momentos más difíciles fue cuando murió mi mamá, al poco tiempo después falleció mi hermana y ocho meses después murió mi hermano. Fueron tres perdidas que significaron mucho dolor.
El artista guatemalteco tiene sus dolencias, sus pesares. El no contar con tiempo, con los medios necesarios para poder realizar lo que realmente le gusta, son atrasos en la vida.
A mi me entristece la fantasía que tiene el público de que el artista vive en la opulencia. Algunos creen que somos millonarios y no nos falta nada. Esa ha sido un dificultad porque Guatemala no es un país que ofrezca opulencia, ni estabilidad económica para ningún actor. Hace falta mucho apoyo para el artista nacional.
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