Algunas leyendas de la Vuelta del Chilero
Localizada en el kilómetro 33.5 Carretera a El Salvador, se encuentra una curva bastante peligrosa y temerosa, ya que han ocurrido muchos accidentes trágicos, que hoy en día es conocida como la Vuelta del Chilero.
El nombre
Se le conoce por este nombre porque, cuando la carretera era únicamente de dos carriles un camión lleno de chiles que salió de la Terminal, antes de llegar a la vuelta, se le fueron los frenos y perdió el control.
Esta vuelta, también es conocida por tener su propia leyenda. Estudiantes de la escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala, contaron esta leyenda.
La carretera de ruta a El Salvador es muy larga y dicen que después de las 9 de la noche pasando el cruce de Fraijanes la circulación de vehículos y personas es muy poca, por lo que muchas personas se han llevado muchos sustos.
La leyenda
La leyenda de la Vuelta del Chilero cuenta que ese lugar está encantado ya que, hace muchos años, el dueño de los alrededores hizo un pacto con el diablo con la ambición de tener fortuna. Cuentan que, al momento de que el diablo cobrara el favor dado, le pidió el alma de su hija y él la entregó. Desde entonces, la hija se manifiesta de varias formas en la Vuelta del Chilero.
Desde ese entonces, muchos han contado sus testimonios sobre lo que han visto y vivido. Una de estas historias, es de un señor que conducía muy noche y al pasar por esta vuelta vio a un perro con ojos muy brillantes que hizo que se descarrilara.
Luego de esto vio a una mujer vestida de blanco con una cabellera muy larga, que se le puso al lado de su vehículo. Continuó manejando y vio a la mujer sentada en el asiento de atrás de su vehículo, con mucho temor y escalofríos, siguió manejando hasta salir de esa curva. Una vez salió de ese lugar, ya no volvió a ver ni a la mujer ni al perro.
Otra de las historias es una pareja de esposos quienes, al pasar por este lugar, vieron también un perro.
Dicen que era un perro grande y blanco y que, al tratar de esquivarlo para el lado opuesto, el perro los seguía al carril que ellos buscaban estar hasta tratar de desviarlos al barranco. Los esposos se pusieron a rezar, hasta que vieron al perro irse y caminar sobre el aire.
Cuentan también los trabajadores de la carretera que al trabajar en hacerla de cuatro carriles, quitaban todos los días mucha tierra y la tiraban al barranco, y que al día siguiente, todo amanecía como si no hubieran recogido nada de tierra, y eso los asustaba mucho. Dicen que era el diablo, quien regresaba todas las noches la tierra a su lugar para que se tardaran más en trabajar.
Otros, también dicen que cuando pasan por allí, se les calientan los frenos o les da mucho sueño, y es por esto que pierden el control y paran en el barranco.