La actriz María Teresa Martínez conmemora 74 años de trayectoria
María Teresa guatemalteca actriz de teatro, radio, cine y televisión.
María Teresa a sus 82 años disfruta del cariño del público que la ovacionó y le aplaudió al verla actuar en más de 400 obras de teatro durante 74 años consecutivos.
Por Sandra Martínez
Su carrera inició el 16 de marzo de 1944 cuando tenía siete años, motivada por su padre el actor y director Alberto Martínez Bernaldo. Como homenaje a su trayectoria artística, en MundoChapín.com daremos a conocer su vida en el teatro.
Con la elegancia que la caracteriza y un cálido recibimiento “La única diva viva” (como le decía cariñosamente su amigo el dramaturgo Douglas González), abrió las puertas de su casa y nos invitó a pasar a la sala donde tiene colgados en las paredes todos los reconocimientos que ha recibido durante su carrera. Entre ellos pudimos observar: “La Orden Alberto Martínez”, La “Orden Córdova” y ”Mi Vida en el Teatro” que se lo dieron en México.
En su muro también conserva plaquetas, diplomas y fotografías que muestran sus innumerables actuaciones en distintas obras de teatro, junto a destacados actores como Javier Pacheco a quien recuerda con cariño por su sentido del humor y profesionalismo y muchos más que ya fallecieron.
¿Qué significado tienen estos reconocimientos en tu vida?
-“Que mi trabajo no ha sido estéril y que he dejado huella. De esta forma la gente reconoce mi labor y cuando me ven en la calle me saludan con respeto. Esto significa aplausos y el cariño que me tiene el público porque saben que les dejaré un legado para que siempre me recuerden”.
¿Qué opinas del teatro?
-“Es un templo en donde las palabras que decimos, no solo llevan un mensaje, sino también parte de nuestra alma. El teatro no debe profanarse bajo ningún punto de vista, es un don maravilloso que Dios nos ha regalado y debemos respetarlo, amarlo y entregarnos a el con toda la sinceridad y humildad del mundo. Yo creo que quien se dedica a esto, debe cuidarlo y amarlo como de verdad se cuida y se ama si mismo”.
¿Cómo te sientes al cumplir 74 años de carrera artística?
-“La vida que Dios me regala una actriz guatemalteca de teatrtro, radio y cine ó es una bendición porque me ha dado más de lo que yo me pude imaginar. Ya tuve un infarto, tengo una linda familia con dos maravillosas hijas y cuatro nietos. Me dio un magnifico esposo y a mis 82 años sigo trabajando y me siento útil. Además tengo el cariño de mi público que me quiere y me respeta y he tenido la dicha de trabajar en diferentes obras de teatro, como la gira que hice por México y Centro América”.
En realidad fue el 16 de marzo de 1944 cuando se me permitió ejecutar géneros musicales, comedia, drama, tragedia, teatro huelguero. Ese mismo año también fui la conductora del teatro cuando se presentó la Chabela en concierto con Hans Chávez.
Fue una linda experiencia, éramos tres conductores, pero en el momento que yo empecé el espectáculo nos avisaron que un fulano no iba a llegar, de inmediato nos repartimos los papeles y salimos a escena. Fue tan hermoso el profesionalismo de Hans que lo llevo en el corazón. El teatro estuvo lleno con tres funciones: Luis Aguilé es un argentino que cantó como español en la obra. “Es ahora o nunca” dijo y cantó y bailó aunque jamás había pensado que lo iba hacer.
Con el tiempo incursioné como locutora, declamé y escribí poesía. Fui maestra de voz y dicción en la Escuela Nacional de Teatro y directora de la obra Don Juan Tenorio.
Grabé un disco de poemas románticos. Participé en la comedia musical las Leandras de la Revista y la última obra de teatro que hizo fue “Hamlet de William Shakespeare, dirigida por Horacio Almada, director mexicano.
¿Cuáles fueron los momentos más difíciles de tu carrera?
-“La muerte de mi padre fue uno de los momentos más duros en mi carrera, me hace mucha falta. El fue mi maestro, actor y director. Me llevó de la mano, me enseñó a amar y respetar el teatro. Para mi era un quijote porque sufrió mucho entre sus compañeros, porque en esta profesión como en muchas nunca falta la envidia.
Al punto que lo envenenaron en escena, en otra ocasión lo votaron del escenario y lo acusaron de cosas muy feas. Fue el Director de la Escuela Nacional de Teatro, pero un grupo de gente le hizo la guerra y murió en el 1969.
Juan Tenorio es mi libro de cabecera porque para mi Juan Tenorio es Alberto Martínez. Mi papá la presentó durante 30 años consecutivos y yo le hice el papel de doña Inés durante 14 años. La ultima vez que el la presentó fue en 1967.
Después seguí poniendo la obra de Juan Tenorio en noviembre de cada año. El año pasado estuve enferma y mi hija tomó la dirección de la obra del autor José Zorrilla que se presenta el día de muertos y difuntos 1 y 2 de noviembre en todos los países.
Yo la hago como un tributo a mi padre y a Zorrilla con la ilusión de hacer de ella una tradición que este año cumple 13 años.
¿Qué trabajo desempeñas en la actualidad?
Recientemente participé en una producción para Banco Industrial en el que le puse voz al Teatro Nacional titulado “Yo soy el Teatro Nacional”. Participaron personalidades como: Erick Barrondo, entre otros; además trabajo en el Consejo Cultural de la Municipalidad de Guatemala dando consejos de cultura.
Tengo a mi cargo tres certámenes de coros desde párvulos hasta secundaria:
“Mi ciudad en Cien palabras” aquí participan niños y jóvenes hasta los 90 años.
El Colectivo de Jorge Corleto del Chucho Callejero e “Ilumina tu mercado”.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
-Hago manualidades, croché, cerámica, pintura en frío, bisutería y me gusta hacer cruceta. Tengo varios cuadros en miniatura y me encanta cocinar.
¿Que te falta por hacer?
-Quiero hacer un libro donde se hagan remembranzas de mi papá y mi vida en el teatro.
¿Cómo te gustaría que el público te recordara?
-Como lo que soy, una mujer sencilla, humilde que respeta a su publico, a su profesión, que ama a su familia y es 100 por ciento guatemalteca.
¿Qué mensaje quieres dejarle a las nuevas generaciones de teatro?
-Que si de verdad les gusta lo que están haciendo, no claudiquen y sigan adelante. Es cierto que es una profesión que lleva sacrificios y renuncias. Pero les recomiendo que se entreguen a ella con amor, sinceridad y respeto. Es un esfuerzo que lo van a ver coronado sin que lo busquen”