Movimiento intelectual que dio formación a la idea de nación
La Generación del 20 fue un grupo de intelectuales y dirigentes cívicos guatemaltecos.
Cuya actuación se ubica en los últimos años de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera y en la década que siguió a la caída de éste.
Por Darwin Carrillo
Principales exponentes
Entre sus principales exponentes se menciona a Alfredo Balsells Rivera, Arqueles Vela, Carlos Samayoa Aguilar, David Vela, Luis Cardoza y Aragón y Miguel Ángel Asturias.
El nombre generación del 20, según la historiadora Marta Elena Casaus Arzú, fue puesto por Miguel Ángel Asturias y otros personajes del grupo, en París durante 1927.
El común denominador de esta generación, de acuerdo al libro La Generación de 1920 -1971-, escrito por Epaminondas Quintana, era que las personas que le componían tenían ambición. Querían dejar huella.
Distintos medios de comunicación
El movimiento se caracterizó por utilizar vehículos de comunicación diferentes a los convencionales. Sus ideas las realizaron en diferentes medios de comunicación dentro de los cuales menciona la historiadora Marta Casaus, Tiempos, Nuevos, Electra, Stadium, Claridad y Vida.
En revistas y periódicos esta generación hizo palpable su participación no solo literaria sino política. En la revista Electra escribieron ilustres de la época como Miguel Ángel Asturias, Falvio Guillen, Carlos Wyld Ospina y Rafael Arévalo Martínez. Su temática de carácter literario, tales como poemas, ensayos literarios de autores extranjeros, entre otros.
La revista Stadium, tuvo un largo recorrido. Fue fundada en 1921 hasta 1942, tenía ciertos matices universitarios y su análisis era la de crear una conciencia sobre la importancia de forjar la nacionalidad centroamericana.
El semanario Claridad
En el caso del semanario Claridad, fue fundado en 1921 por Epaminondas Quinta, Joaquín Barnoya, Arturo Callejas y Carlos Ruano a raíz del llamado de Barbusse y France a la juventud latinoamericana para formar grupos y revistas vinculadas al movimiento de Clarte en Europa, lo anterior según lo expone el escritor Quintana.
Hay características de este movimiento que lo diferenciaron a los posteriores tanto en lo intelectual como en lo político, la mayoría de esta agrupación egresó del Instituto Nacional Central para Varones. Muchos de ellos también fueron universitarios participes de la Huelgas de Dolores, en donde se repudiaba la dictadura de Estrada Cabrera.
Hay quienes les describen como herederos de la influencia europea, del liberalismo decimonónico y del positivismo spenciariano, bajo los valores de libertad, igualdad el culto a la razón frente a la religión, el afán de progreso y creencia ilimitada en la ciencia, puesto que exponían que de lo cultural era la forma de llegar a la modernización.
Este movimiento proponía en primer lugar la construcción de la nación orientada a su regeneración social y política. En segundo lugar el respeto, por encima de todo, el valor de la libertad y de la igualdad ante la ley. En tercer lugar, el valor de la justicia.
Crear conciencia
El grupo creía que la lucha era la de crear conciencia sobre la importancia de forjar la nacionalidad Centroamérica y promover la educación y cultura de la mujer. En la revista VIDA se proponían como método para regenerar la nación y el atraso de la sociedad, la educación como el instrumento fundamental para superar el mismo, se cuestionaban las bases sobre las que debía erigirse la nacionalidad común, trataban de introducir la ética regeneracionista en temas sociales, como el alcoholismo, prostitución, corrupción.
Cesar Brañas miembro de la Generación del 20 indicaba respecto a esta revista en su obra “Confines y problemas de la Generación literaria del novecientos veinte”: “Así se enuncia, decimos el espirito de esta revista a todos los guatemaltecos que estén de acuerdo con nosotros en nuestro afán de renovar, en nuestro sentimiento contrario a los partidos conservador y liberal, en nuestra aversión a la violencia, en nuestro respecto a la dignidad y a la vida humana, en nuestro nacionalismo en el concepto que el peligro yanqui da a esta palabra en Hispanoamérica”.
Una década muy importante
Para la Historiadora Marta Casaus, es una década muy importante y olvidada en la histórica, fue enormemente relevante para su historia social y política, no por los logros espectaculares que tuvo, sino porque se produjo una ruptura de paradigmas y una disputa ideológica policía por imponer un nuevo modelo de Estado Social, que, en muchos casos, se reflejó en la legislación, la Constitución Política de la Republica de Centroamérica de 1921 y en el caso de Guatemala, la reforma constitucional de 1927. En otros se produjeron importantes avances en materia social, que si bien acabarían desapareciendo durante las dictaduras de 1930, volverían a emerger en la década de 1940, entre las mismas elites intelectuales de los años veinte, o con sus herederos que protagonizaron estos cambios.
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