La Figura de Maximón
La figura de Maximón –El Gran Abuelo-, en la mitología maya, Rijlaj Mam o Rilaj Maam, es venerado por algunos guatemaltecos al considerarlo el “guardián protector” del pueblo de los maya-tzùtujiles de Santiago Atitlán.
La tradición popular refiere a este personaje como el árbol de tzàtel o palo de pinto, árbol común en las regiones de Mesoamérica, quien en los tiempo mitológicos se propuso como el guardián protector del pueblo.
Los escultores nawales antiguos, tallaron su tronco y fabricaron el cuerpo y la máscara del Rilaj Mam, y con la madera de sus raíces tallaron el cuerpo y la máscara de María Kastalyan, la versión femenina del Rilaj Maam.
Historia
Dice la leyenda que El Gran Abuelo fue creado por el Corazón del Cielo, por el Corazón de la Tierra, por los Creadores y los Formadores, en un momento singular de la creación de la humanidad.
Al momento de su creación le fue dado el don de intermediar entre lo terrenal y los Dioses por sus facultades de conocer el pasado, ver el presente y predecir el futuro y por sus conocimientos de la cosmovisión, espiritualidad, cultura, energías y sus intensidades que rigen a los seres y al universo.
La tradición también dice que el Gran Abuelo –Rilaj Mam- luego de enseñar a las gentes sobre el tiempo y como debe de estar equilibrado en la faz de la madre tierra, se fue a la montaña, quemó su pom, hizo sus invocaciones ceremoniales, tomó miel fermentada y se desvaneció en la atemporalidad.
No murió como mueren los seres comunes, porque era un guardián, una entidad, por eso simplemente se diseminó cuando había cumplido su misión en ese tiempo histórico.
Su Destino
Hay tres versiones sobre su destino:
- Que cuando supo que era la hora de partir “El gran abuelo desapareció y se fue entre la montaña y se fue al cerro para dar sus últimas palabras sagradas, allí ofrendó su pom y tomó miel fermentada y luego desapareció, solamente dejó sus enseñanzas. Él nunca tuvo una muerte como ahora se conoce. Solamente desapareció, sin embargo dejó muchos recuerdos y pixa’ (consejo).
- Que fue asesinado por los españoles, quemado y esparcidas sus cenizas.
- Que fue amarrado, quemado vivo y sus cenizas esparcidas para que no se le rindiera culto.
La versión que tiene más lógica y que es a la que se hace alusión en el nombre es la tercera y su nombre Maximón o Abuelo amarrado.
Poco a poco su culto se fue extendiendo por los pueblos Tz´utujiles, luego hacia los Kaqchiquela´ y luego a los k’iche’. Por eso es que en algunos pueblos mayas no se le conoce.
Es visto como San Simón
La permuta del nombre Maximón a San Simón tiene que ver desde mi punto de vista con dos formas:
- Se le celebra por que los mestizos o ladinos en Guatemala no sabían pronuncias Maximón y por la similitud fonética le llamaron entonces Simón, luego a Hermano Simón y para finalizar en San Simón por los milagros que realiza; Maximón = San Simón. El único elemento faltante era el día para celebrarlo, muchas personas celebran su fiesta el 28 de octubre porque la Iglesia Católica celebra la fiesta de los Santos Simón y Judas Tadeo.
- Desde la Reforma Liberal de 1,871 y el encumbramiento en la población mestiza que aún mantenía cierta parte de la cosmovisión maya, pero alejándose de la parte cultural (traje, idioma, tipo de vivienda, sentido comunitario etc), al recordar que las generaciones anteriores a ellos le rendían culto, y recibían milagros, pero ya no se identificaban como mayas, tuvieron que “hacerlo igual a ellos”, es decir, no criollo; pero tampoco visto como un inferior maya.
Bajo esta segunda premisa, no era posible que los mestizos o ladinos le pidieran favores a una persona de una etnia inferior, y menos pedir favores e hincarse frente a un “indio”.
Imágen
Por ello es que la imagen maya es vestida con el traje tradicional, pañuelos, sobrero, y una máscara hecha de palo de pito (árbol sagrado maya); mientras que el San Simón ladino vestido con traje oscuro. Cada cual lo viste según su forma.
Fuentes:
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